¿VAMOS TODOS A SAN FRANCISCO?

Por Peter Jones

Reforma Siglo XXI, Vol. 10, No. 1

En 1974, cuando salí de Estados Unidos para la Francia ‘atea’, la revolución cultural era a penas un fenómeno de la costa ‘izquierda’, es decir, San Francisco. La mayor parte de Estados Unidos era todavía ‘cristiano’. Cuando volví en 1991, experimenté un choque cultural, y aún así, no me imaginaba la envergadura de lo que estaba sucediendo.

Había un hombre que nos había advertido. En 1978 el pastor Charles McIllhenny relató su experiencia cuando su iglesia despidió a un organista homosexual. La propiedad de su iglesia era atacada y violada constantemente, y su familia casi muere cuando tiraron una bomba de fuego. La policía nunca parecían poder encontrar a los culpables. McIllhenny advirtió que sus experiencias en San Francisco podrían ser un ejemplo de lo que esperaba todo el país. Una canción de los años 60 decía «¿Vamos todos a San Francisco?».

En mayo de 2007 San Francisco eligió a Theresa Sparks para presidente de la Comisión de Policía. Theresa es un transgénero, veterano de Vietnam, divorciado dos veces, padre de tres hijos grandes. En 2003 él/ella era CEO (Gerente general) de la compañía Good Vibrations que vende artículos para las ‘diversiones’ sexuales, y también fue elegido/a como ‘Mujer del Año’. Tal vez esto sucede sólo en San Francisco, pero recordemos que Nancy Pelosi, diputada de San Francisco, está en tercer lugar para la presidencia. En 1967 la canción predijo: «En toda la nación, una extraña vibración… Hay una nueva generación con una nueva explicación».

Esta ‘nueva explicación’ aparece en una encuesta realizada por Gallup en 2007:

* El 57% de los estadounidenses ahora consideran que la homosexualidad es ‘un estilo de vida aceptable’ (comparado con un 34% en 1982).

* El 75% de los que tienen 18-34 años, y 72% de los demócratas consideran que la homosexualidad es un estilo de vida aceptable.

Los homosexuales representan solamente un 2% de la población, pero una cultura se desmorona cuando la sexualidad es ‘liberada’. Esta descomposición mundial es alimentada por los medios masivos. El periódico Los Angeles Times publicó hace poco en la primera plana un artículo sobre los ‘gays’ en los deportes, concluyendo que no era ningún problema. El servicio noticiero BBC, en su serie ‘Coming Out’ (Saliendo del armario), comunicó un mensaje similar, que la homosexualidad no era ‘gran cosa’. ¿Es gran cosa la homosexualidad?

Veo los cambios en todo lugar adonde voy. En Octubre, 2007, impartí conferencias en Bogotá, Colombia – ciudad que desea ser la capital ‘gay’ del mundo. En Brasil me dijeron que la Asamblea Legislativa estaba pasando leyes que calificaba como crimen cualquier declaración anti-homosexual. Los homosexuales tienen mucho peso en la Unión Europea y en las Naciones Unidas. El mundo está cambiando, y es así que sucede: 

Los cambios en el lenguaje: La libertad de expresión es impedida por los que definen ‘declaraciones anti-gay’. Miembros del Parlamento Europeo de Francia, Holanda e Italia denunciaron fuertemente a Polonia como ‘discriminador’ y ‘repulsivo’ porque rehusó promover la homosexualidad en sus escuelas.

Cambios en la educación: En 2007 el senado de California pasó la ley SB 777, prohibiendo toda clase, actividad escolar, libro de texto o profesor que ‘refleje o promueva una actitud en contra’ de los homosexuales, transgénero, y bisexuales en las escuelas públicas (incluyendo el nivel de kinder). El comité ejecutivo de la Asociación Nacional de Educación está urgiendo a sus miembros a que obliguen a todo maestro a recibir instrucción en orientación sexual para poder tener licencia para dar clases.

Cambios en terapia: La Asociación Americana de Psicólogos está considerando denunciar a cualquier terapeuta que intente modificar la orientación sexual.

Cambios en las iglesias: En 2004 Gene Robinson, un sacerdote homosexual quien vivía públicamente con su amante, fue ordenado obispo de la iglesia Episcopal, encendiendo una tempestad de controversia a nivel mundial entre los anglicanos.

Cambios en los servicios públicos: El Dr. James Holsinger, candidato idóneo para ser Jefe del departamento de salud en Estados Unidos, cometió un error fatal – una vez se había opuesto a la nominación de una lesbiana para el puesto de pastor. La suerte de Holsinger (al no recibir la nómina) podría ser una señal de que el lugar de los Cristianos bíblicos en el gobierno estará bajo amenaza. 

Cambios en la policía y la seguridad: ¡Hoy un transgénero, promotor de artículos para diversión sexual está a cargo de velar por la moral pública en San Francisco! Esto podría ser el prototipo cuando se comienzan a nombrar jueces homosexuales en todo el país.

  En todas estas áreas el 2% determina cómo el 98% deben vivir. ¿Cómo pueden los Cristianos vivir en un mundo como San Francisco? ¿Qué debe hacer Usted?

* Votar para candidatos sanos (pero no se confíe demasiado).

* Tratar de comprender la sexualidad en su contexto teológico, como una parte en la defensa del honor de Dios como Creador, y la dignidad del hombre como imagen de Dios. Esto para poder comunicar claramente el Evangelio para el mundo de hoy.

 * En el poder de Cristo y su Espíritu Santo, predicar y dar testimonio del Evangelio con todas sus fuerzas, como iglesias y como individuos. No podemos guardar silencio. Como oró Pablo, «…(oren) por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio» (Efesios 6:19).

* Si es necesario, debe estar dispuesto a ir a la cárcel. Un hermano en Río de Janeiro me preguntó lo que debían hacer con respecto a las nuevas leyes prohibiendo toda declaración en contra de la homosexualidad. Le pregunté, «¿Estás dispuesto a ir a la cárcel?» Es precisamente donde estaba Pablo.

No digamos «Esto no es San Francisco. No va a suceder aquí». ¡Ya está sucediendo!

Christos Kurios: ¡Jesucristo es Señor!

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