CORAM DEO DELANTE DEL ROSTRO DE DIOS

Por Carlos Mena

Reforma Siglo XXI, Vol. 14, No. 2

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

“En aquel día los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción: Consagrado al Señor. Las ollas de cocina del templo del Señor serán como los tazones sagrados que están frente al altar del sacrificio. Toda olla de Jerusalén y de Judá será consagrada al Señor Todopoderoso, y todo el que vaya a sacrificar tomará algunas de esas ollas y cocinará en ellas. En aquel día no habrá más mercaderes en el templo del Señor Todopoderoso”. (Zacarías 14:20,21 NVI)

Durante el período de la Reforma en  Europa, existía un saludo utilizado por los reformados que era : “Coram Deo”, una frase en Latín que significa vivir “delante del rostro de Dios”, “bajo la autoridad de Dios”, y “ante la gloria de Dios”. Para los cristianos reformados, la vida, en todos sus aspectos, era para ser vivida “delante del rostro de Dios”. La vida no era separada en categorías como lo espiritual, lo secular, u otras áreas. Aun las tareas más comunes eran llevadas a cabo con dinamismo y significado dado que los reformados compren- dían que Dios quería que ellos usaran cada área de su vida para engrandecer Su Reino. Nuestro desafío es recuperar esta comprensión de Coram Deo.

1. Filosofía calvinista reformada

El calvinismo está arraigado en una conciencia bíblica que desarrolló primeramente una teología específica, después un orden especial de la Iglesia, y después una forma dada para la vida política y social, para la interpretación del orden moral del mundo, para la relación entre naturaleza y gracia, entre el cristianismo y el mundo, entre la Iglesia y el estado, y final- mente para las artes y la ciencia. No existe una dualidad entre lo secular y lo espiritual, todo está bajo el dominio de Dios y todo subsiste por la gracia de Dios. La filosofía calvinista es vivir en Coram Deo

Podemos decir que hay tres relaciones fundamentales de la vida religiosa. Nuestra relación con Dios, nuestra relación con el hombre, nuestra relación con el mundo.

En nuestra relación con Dios, que es la antítesis entre lo finito y lo infinito, el paganismo asume y adora a Dios en la criatura. El concepto de un Dios no existe de manera independiente, es decir no hace diferencia entre el creador y la criatura. La relación que establece el Islamismo con Dios, se ha caracterizado por su ideal puramente antipagano. Aísla a Dios de la criatura. No puede haber una relación personal. Para el romanismo, Dios entra en una relación con la criatura por medio de un enlace que es la Iglesia, que no es místico, sino como institución visible, palpable y tangible.

El pensamiento calvinista, nos dice que Dios, aunque se encuentra en su majestad muy por encima de la criatura, trascendente, entra en una relación inmediata con la criatura, bajo la forma de Dios Espíritu Santo, inmanente. Dios verdadera- mente se relaciona con sus criaturas.

En nuestra relación con el hombre, el paganismo plantea que Dios mora en la criatura para que se exhiba una superioridad divina en todo lo que es alto entre los hombres, es decir los semidioses y los héroes. Este es el caso de las viejas culturas religiosas como en Egipto, Grecia, etc.

En el Islamismo encontramos una discriminación. La mujer es la esclava del hombre, igual como el kafir (incrédulo) es el esclavo del musulmán. No existe igualdad ante el Creador y las criaturas. En el romanismo existe una relación relativa, si es clerical o laica, dependiendo de ello se establecerán las relaciones humanas y divinas.

El pensamiento calvinista, en la relación entre hombres, coloca la vida humana inmediatamente “Coram Deo”, delante de Dios. Los seres humanos no tienen ningún derecho de enseñorearse unos de los otros, y como iguales ante Dios, e iguales de hombre a hombre, en dignidad, todos tienen las mismas oportunidades.

En el modernismo actual es negado y aniquilado cada diferencia, la mujer puede ser hombre y el hombre puede ser mujer, pone toda distinción en un nivel común; el género está bajo la proscripción de la uniformidad, todos somos iguales, no hay diferencias de géneros para relacionarse, hombres con hombres se casan, mujeres con mujeres se casan.

En nuestra relación con el mundo ¿hay diferencia entre lo secular y lo sagrado?

El paganismo posee una estima demasiado alta del mundo que se pierde en él. Todo es uno, uno es el universo. El Islamismo posee una estima demasiado baja del mundo, se burla de él, y triunfa sobre él al proyectarse hacia el mundo visionario de un paraíso sensual. En el Romanismo la Iglesia y el mundo fueron puestos una encima del otro, la primera como siendo santificada y el segundo como estando todavía bajo la maldición.

En el pensamiento calvinista, no solamente se honra al hombre por ser semejanza de Dios, sino también al mundo por ser creación divina: Hay una gracia particular que obra la Salvación y una gracia común por la cual  Dios  mantiene  la  vida  del  mundo. Así permite el desarrollo de nuestra vida “Coram Deo” para glorificarle a Él.

Veamos a continuación dos figuras que expresan la mala influencia de la dicotomía griega en el cristianismo actual   y que enturbian la relación con Dios, con el prójimo y con el mundo.

Domingo Más alto, más importante Gracia Espíritu (sagrado) fe teología ética misiones devociones evangelio
días de la S Bajo, menos importante Naturaleza Físico (secular, mundo, materia) razón ciencia económica política arte música alimentación

El dominio dualista del pensamiento cristiano se ve reflejado en el concepto que tiene sobre el domingo y los demás días de la semana, entre la gracia y la naturaleza, entre el espíritu y lo físico, entre la fe y la razón. Para todo ello existe una línea que divide lo sagrado y lo secular. No hay una vida Coram Deo.

En esta segunda figura vemos como en la gran mayoría de los cristianos, existe el dominio dualista griego (gnosticismo) que ha permeado la vida de la Iglesia en nuestros tiempos. Dios se relaciona sólo con aquello que es considerado moral, sagrado, espiritual como la fe, la ética, teología, misiones, evangelismo, y no con aquello natural, físico, secular como el trabajo, la razón, la política, el arte, la ciencia. En ambas figuras se ve que cómo el dualismo ha dominado la vida del cristiano a través de la importancia que se le ha dado al domingo en desmedro de los otros días de la semana para catalogarlo como el día del Señor.

Nuestra visión reformada calvinista es la visión Coram Deo. Dios se relaciona con todas su criaturas pero a la vez es totalmente “otro”. Dios ha creado al hombre y la mujer para desarrollar el mandato cultural, pero ante él somos iguales. Y en nuestra relación con el mundo, la Gracia infinita de Dios sustenta y sostiene a toda la creación y sus criaturas. El reino soberano de Dios tiene dominio en todas las esferas, el estado, la Iglesia y la familia. Como criaturas redimidas vivimos las 24 horas delante del rostro de Dios para glorificarle y gozar de su presencia. Eso es Coram Deo.

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