Dios cuida a su iglesia como la niña de sus ojos (Zacarías 2:8).
Una de las principales formas que Dios utiliza para cuidar, nutrir y pastorear a su iglesia es a través de los ancianos y diáconos capacitados para desempeñar esta labor tan importante. La Biblia establece fundamentos clareos para su trabajo, cuando se ignoran, la iglesia se debilita y su testimonio decae.
Una de las tareas principales por las cuales la iglesia debe preocuparse, es la tarea de llamar y capacitar a sus ancianos y diáconos. Hoy predomina el ‘caciquismo’ en muchas congregaciones, pero la voluntad de Dios para su iglesia es una pluralidad de líderes reconocidos, capacitados y apoyados por la congregación entera.
